Los viajes que los gobiernos y grandes instituciones realizan en el marco de sus relaciones internacionales -para tratar asuntos de Estado, la negociación y celebración de tratados, acuerdos, pactos, convenios internacionales, el normal desarrollo de relaciones diplomáticas y consulares, o la participación en conferencias internacionales, entre otros- poseen una dimensión, y gozan de un dinamismo, con un alto impacto positivo a nivel económico y social.